Case Study: Artefacto
Introducción
Se acerca la recta final del Bootcamp de Diseño UX/UI de Ironhack y uno de los momentos claves de la experiencia: el proyecto_final_finalísimo. La temática es libre, nos recomiendan “escoged algo que os interese”, “van a ser dos semanas MUY intensas y duras”.
Lo tengo claro: juntar mis dos pasiones, arte y diseño, ¡qué fantasía!
Empiezo a hablar con amigos, conocidos del sector artístico, buceo en la web, hago entrevistas de guerrilla, sigo buceando, sigo preguntando. A medida que recopilo información veo que las piezas de un puzzle infinito van encajando: hay un problema de inversión de tiempo y de acceso a la información buscada.
¿Cómo lo puedo resolver? Necesito ahondar en el problema.
Investigación
Realicé 71 encuestas y 12 entrevistas en profundidad (perdón y gracias a todos los participantes).
Los resultados de la muestra reflejaron cierto hastío y frustración en ese proceso de búsqueda. Es necesaria una actitud proactiva, ya que la información se encuentra en distintos canales, por lo que se invierte mucho tiempo y no siempre el resultado de la búsqueda es el esperado.
Otro dato relevante fue que el 85% de los encuestados coincidían en que su principal fuente de información a la hora de decantarse por una propuesta artística u otra, eran las recomendaciones con amigos.
De ese proceso destaco algunos verbatims:
“Me pierdo sugerencias que me pueden interesar y desconozco”.
“Hay que mirar demasiadas webs, demasiados perfiles”.
“Pierdo mucho tiempo y me frustro”.
“Pregunto a mis amigos, pero no siempre coincidimos en gustos”.
Pero…¿por qué pasa esto? ¿No hay una solución digital que dé respuesta a esta problemática? La respuesta es sí, y no. Después de realizar un minucioso análisis competitivo, entendí mejor a qué se referían.
En las aplicaciones o portales de búsqueda existentes como Fever, ArtMadrid, Artcity, TimeOut, Le Cool Magazine…. existen los siguientes problemas:
- Categorización: Los usuarios se enfrentan a un océano de información. Información que no está categorizada ni curada. En ocasiones, ni siquiera actualizada.
- Personalización: Es una información general y dispersa, no responde a un interés concreto. No existe ninguna propuesta de valor. El usuario se siente perdido y poco especial.
- Diseño: Desfasado y poco atractivo. No invita a perderse buceando.
Hora de empezar a organizar todo esto. Necesito conocer a fondo a mis usuarios y, ¿hay algo mejor para conocer al usuario que el User Persona y el User Journey? De esta manera, pude definir a Pablo, historiador y un consumidor incombustible de arte, acompañándole en sus distintos estados en relación a esta problemática.
Empecé a lanzar ideas y a organizarlas sirviéndome de la técnica Moscow, lo que me ayudó a priorizar unas frente a otras en base a una categorización.
Con estas ideas y funcionalidades en la cabeza, y teniendo presente la importancia de una arquitectura de la información coherente e intuitiva, desarrollé un mapa del sitio, así como un flujo de usuario.
Todo iba cobrando sentido, era el momento de darle forma y bajar a tierra todas las ideas extraídas de la investigación.
La solución al problema de encontrar una oferta cultural adaptada a tus gustos se empezaba a perfilar como una app: fácil de usar y atractiva. Empezaba el diseño de Artefacto.
Después de varios testeos de diseños de baja fidelidad, y de las correcciones pertinentes, por fin llegué al Mid-FI, el esqueleto en el que se armaría el resto del proyecto.
UI
Empieza la parte disfrutona: voy a idear la marca. ¿Qué puede terminar de convencer a los usuarios de que usen Artefacto frente a otras propuestas? ¿Qué hizo a Martin Luther King o a Steve Jobs líderes? Necesitaba un propósito, unos valores inalienables en los que los usuarios se reflejasen. Estos me ayudaron a definir el arquetipo de manera clara: Artefacto, Sin lugar a dudas, era “El Sabio”: guía, ayuda, es simple y sin engaños ni entuertos; un facilitador en toda regla. Lo que tenía claro es que, además de ayudar a la gente, Artefacto tenía que ser muy atractiva, necesitaba un “Sabio molón”.
El moodboard dejó que la inspiración fluyera y me ayudó a determinar los aspectos más visuales del producto.
Make it simple, me susurraba El Sabio. Los colores tenían que ser primarios y los recursos icónicos, reconocibles y atractivos para un usuario medio amante del arte.
Make it simple… aléjate de la tan manida necesidad de anglosajonizar todo. Vale Sabio, seguiré apostando por lo básico. Y así aposté por vocablos latinos, reconocibles, con fuerza y atracción. Artefacto. Artefacto. Arte-facto, más simple que el mecanismo de un globo. Seguimos.
El logotipo no podía responder a otra premisa que no fuese la de la simpleza. Así que, como estaba disfrutona, decidí jugar con la idea del “White Cube” de la representación de una sala expositiva y de la infinidad de acepciones que tiene el arte. Con todo esto fui elaborando el UI Kit, archivo sujeto a ligeras modificaciones a medida que el proyecto se iba desarrollando y perfilando.
Prototipo HI-FI
Todo estaba listo: conocía al usuario como a un hijo, sabía los pasos que debía seguir en su journey, había corregido los flows, tenía la marca definida. Era el momento de realizar el prototipo Hi-FI donde se visualizasen todos los flujos que solucionaban los principales problemas detectados.
Aquí un listado de funcionalidades desgranadas que ayudan a profundizar en todo el proceso:
- Pequeño onboarding para el State 0, para que cuando el usuario se registra y utiliza la app por primera vez, como aún no ha interactuado, y por tanto, no conocemos sus intereses, poder servirle información curada en base a esas pequeñas píldoras de información que nos ha suministrado.
Esto responde a la problemática de no siempre encontrar propuestas artísticas adaptadas al usuario.
- Información categorizada por bloques de información. Hay dos grandes apartados: “Hecho para ti” y “Explora” subdividida en otros subapartados. Esto responde a dos problemáticas. Por un lado, la falta de categorización y una óptima arquitectura de la información. Por otro, el deseo de muchos usuarios de “salir de su zona de confort” y explorar otras propuestas que, quizá, a priori, no son tan análogas a él.
- Un buscador que funciona de dos maneras. Por un lado, es un buscador básico a través de un sistema de filtros. Por otro, te permite, a través de un mapa y tu localización, encontrar las entidades culturales cercanas a ti. Esto responde, por un lado, a tener un sistema de búsqueda simple, pero avanzado de cualquier actividad. Y por otro, a la siguiente casuística. Te has ido a comer a X restaurante, estás en una zona que no controlas, y quieres encontrar fácilmente qué oferta cultural tienes cerca.
- Las propuestas artísticas se pueden guardar en tu lista, sincronizar con Google Calendar, valorar una vez se hayan disfrutado y compartir con un amigo. Lo primero responde a que somos seres olvidadizos y que acumulamos cantidades ingentes de información. Si algo no se nos es recordado, se nos pasa. Por otro lado, responde a la necesidad de tener un registro de las exposiciones a las que has acudido y valorado. Y por último, y basándonos en que el 85% de los encuestados se hace recomendaciones con amigos, tener la opción de hacerlo a través de la app sin que haya peligros de olvido.
- Como seres humanos y sociales, la gamificación favorece el aprendizaje y la interacción. ¿A quién no le gusta acumular premios o destacar en una parcela de su vida? Artefacto cuenta con un ranking con el que podrás retarte con tus amigos para convertirte en un auténtico crítico de arte. Al tiempo que la app gana en interacción y uso, el algoritmo aprende cada día más del usuario para ofrecerle un contenido mejor adaptado. Un win win en toda regla.
Futuribles
El objetivo es convertir a los usuarios en prescriptores a través de las valoraciones y recomendaciones, y como forma de premiar su fidelidad y compromiso, hacerles sentir especiales. ¿Cómo? Traspasando los límites y llevándolos a un terreno más físico, más experiencial. Al final, el arte se trata de eso. Haciéndoles un pase privado para una exposición, dándoles entradas gratuitas para X actividad o haciéndoles partícipes de una mesa redonda.
El estado ideal es llegar a construir un círculo virtuoso. Una vez tengamos una masa importante de usuarios de calidad y prescriptores activos, podemos añadir en la ecuación a los agentes de arte (galerías, centros culturales, museos…) para generar un círculo virtuoso que nutra la plataforma. Cuantos más agentes, mayor contenido y oferta, a menor coste y cuanto mayor y mejor contenido, más usuarios. Otro win win.
Aprendizajes
No mentían cuando avisaron de que iban a ser dos semanas muy duras e intensas. Fueron dos semanas MUY todo y de ellas, sin lugar a dudas, me quedo con los mil aprendizajes. No solo técnicos o profesionales, si no también en un terreno más personal y emocional.
Gestiona tu tiempo, confía en el proceso y mima cada parte de éste.
Gracias a todas las personas implicadas en el proceso.Y a ti. Si has llegado hasta aquí muchísimas gracias por quedarte hasta el final.
Espero que te haya interesado el proyecto. Cualquier aportación siempre es bienvenida.